La industria marítima cuenta con un nuevo marco contractual tras la presentación de SHIP25, la versión revisada del contrato estándar SHIP 2000, utilizado ampliamente en los países nórdicos y en mercados internacionales. Según Gard, la actualización surge de la necesidad de adaptar el documento a los cambios regulatorios, tecnológicos y comerciales ocurridos en las últimas dos décadas.

El proceso de revisión comenzó en 2024 e involucró negociaciones entre la Norwegian Shipowners’ Association y Nordisk Defence Club, representando a los armadores, junto con la Norwegian Shipbuilders y el bufete Wikborg Rein, que actuaron por parte de los constructores. El resultado es un acuerdo renovado que mantiene los principios fundamentales del SHIP 2000, pero incorpora nuevas disposiciones que buscan mejorar la coordinación, clarificar responsabilidades y abordar entornos normativos más exigentes.

SHIP25 moderniza las obligaciones de constructores y compradores. Entre las novedades, el astillero deberá otorgar acceso digital a planos y documentos, además de entregar cronogramas preliminares, programas detallados y reportes mensuales con avances, fotografías, estatus de subcontratistas y comparación del progreso real frente a lo planificado.

El contrato también precisa el rol de los representantes del comprador. Si éstos no notifican oportunamente errores detectados en la construcción, el comprador podría asumir costos o demoras generadas por la falta de comunicación.