La línea naviera estadounidense Matson informó haber pagado US$6,4 millones en gravámenes portuarios a China desde la entrada en vigor de la normativa el 14 de octubre, según indicó su CEO, Matt Cox. La medida se enmarca en los aranceles recíprocos impuestos por Washington y Pekín, que fueron suspendidos por 12 meses a partir del 10 de noviembre tras el acuerdo alcanzado entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, reporta Reuters.

Cox señaló durante la conferencia de resultados trimestrales que la compañía espera instrucciones del Representante de Comercio de EE. UU. y del Ministerio de Transporte de China respecto a los procedimientos específicos, incluyendo eventuales programas de reembolso de los gravámenes.

La aplicación de estos recargos surgió luego de que la administración estadounidense anunciara, a comienzos de año, gravámenes a buques con vínculos chinos con el objetivo de fortalecer la industria naval estadounidense y reducir la dependencia de la marina mercante china . El país asiático respondió con medidas similares sobre naves con nexos en EE. UU., aplicándolas desde el mismo día, el 14 de octubre.

Cox calificó el reciente acuerdo como “un desarrollo positivo”, destacando que evita mayores costos: de mantenerse las tarifas, Matson habría desembolsado hasta US$80 millones anuales en 2026 y 2027.

Por su parte, Cosco, la línea naviera estatal china, es la más expuesta a las tarifas impuestas por EE. UU., las que —según analistas— podrían haberle significado costos de hasta US$1.500 millones anuales.