El Puerto de Las Palmas ha incorporado una nueva barrera oceánica de 600 metros de longitud, suministrada por la empresa Sorbcontrol S.L., completando así una red de 3.600 metros de barreras anticontaminación que refuerzan su capacidad de respuesta ante vertidos de hidrocarburos u otras sustancias dañinas para el medio marino.

Esta octava y última instalación forma parte del proyecto integral de protección ambiental impulsado por la Autoridad Portuaria de Las Palmas, desarrollado gracias a la colaboración público-privada con las empresas suministradoras de combustible, que han puesto sus recursos al servicio del interés general.

La nueva barrera, destinada a la Dársena de África, ha supuesto una inversión de 150.000 euros y permite, junto con el resto del sistema, aislar zonas afectadas dentro de las aguas portuarias para facilitar la contención y recogida de posibles vertidos. En caso de emergencias graves, las dársenas del Puerto de Las Palmas o de Arinaga pueden cerrarse por completo y operar como “zonas de sacrificio” para minimizar el impacto ambiental.

Además de esta red oceánica, el puerto dispone de 2.100 metros adicionales de barreras móviles, adaptables a distintos escenarios de riesgo. Estas infraestructuras, combinadas con un equipo técnico especializado, garantizan una alta capacidad operativa y un nivel de preparación óptimo ante contingencias medioambientales.

El sistema ha sido valorado por la firma internacional Global Oil Spill Response, que ha calificado el desempeño del Puerto de Las Palmas como “sobresaliente” en materia de prevención y respuesta ante contaminación marina.

Con esta actuación, el enclave canario consolida su posición como referente en sostenibilidad portuaria y seguridad ambiental en el Atlántico Medio, apostando por la innovación tecnológica, la eficiencia y la cooperación entre las entidades públicas y privadas que operan en su entorno.