El sector español de transporte y almacenamiento cerró 2023 con un menor número de filiales en el extranjero, pero con un crecimiento muy significativo en su volumen de negocio y en el empleo generado fuera de España. Así lo reflejan los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según las cifras oficiales, las compañías españolas del sector contaban el pasado año con 227 filiales internacionales, lo que representa una caída del 8,47% respecto a 2022. Sin embargo, la reducción en el número de filiales no ha impedido que estas hayan mejorado de manera notable sus resultados económicos.

En conjunto, el negocio de estas sociedades en el extranjero se elevó hasta los 33.213,47 millones de euros, lo que supone un incremento del 205,98% frente al ejercicio anterior. Este fuerte crecimiento también ha venido acompañado por un alza en otros indicadores clave de actividad.

Por un lado, los costes de personal experimentaron un aumento del 20,02% anual, reflejo del mayor volumen de empleo. En este sentido, la cifra de trabajadores ocupados en las filiales internacionales se multiplicó de forma significativa, alcanzando un total de 75.974 empleados, lo que representa un crecimiento del 182,45% en solo un año.

Por otro lado, la inversión material bruta también mostró una tendencia muy positiva, al situarse en 4.781,33 millones de euros, lo que equivale a un aumento del 125,89% en comparación con 2022.

En conjunto, los datos apuntan a que, aunque el número de filiales en el extranjero se ha reducido, las empresas españolas de transporte y almacenamiento han reforzado su apuesta internacional, generando mayor actividad, empleo e inversión en los países donde mantienen presencia.

Este comportamiento confirma la creciente relevancia de las filiales exteriores en la estrategia de internacionalización del sector, que parece haber priorizado la eficiencia y la consolidación de recursos frente a la mera expansión numérica.