Repsol ha iniciado un proceso de reorganización en el complejo industrial de Puertollano (Ciudad Real) con el objetivo de recuperar la competitividad de unas instalaciones que registran pérdidas desde 2023. Como parte de este plan, la compañía ha decidido reestructurar su modelo logístico y adjudicar la gestión a la firma belga Katoen Natie, lo que implica el fin de la colaboración con la actual operadora, Eserman.

De acuerdo con el comunicado de la empresa, el nuevo modelo busca mejorar la productividad y la flexibilidad del centro, además de reducir costes en la expedición y distribución de productos. Una de las medidas principales será sustituir la actual línea de envasado por un sistema de expedición a granel, con el que se pretende responder a la demanda de clientes que reclaman formatos más eficientes y optimizar así tanto el almacenamiento como el transporte.

El plan contempla también la construcción de un parque de contenedores y de una terminal ferroviaria con conexiones a Sines y Tarragona. El objetivo es ampliar el alcance de distribución y disminuir la dependencia del transporte por carretera. La multinacional anuncia igualmente la incorporación de procesos de automatización, inteligencia artificial y digitalización para hacer más eficiente la operativa.

Estas actuaciones se enmarcan en una estrategia global de modernización de las unidades productivas de Puertollano y de diversificación hacia polímeros de mayor valor añadido y proyectos vinculados a la economía circular.