El embalse de Portodemouros inicia una nueva etapa. La energética liderada por Francisco Reynés, Naturgy ha firmado con el Concello de Arzúa un acuerdo de cesión que devuelve al municipio la gestión de los terrenos e instalaciones situados junto a la presa, en la parroquia de Dombodán. La firma del convenio pone fin a más de diez años de abandono y abre la puerta a la recuperación de un espacio que fue un referente en actividades náuticas y ocio durante las décadas de 1990 y 2000.

La cesión otorga al Ayuntamiento la capacidad legal y operativa para iniciar formalmente los trabajos de recuperación del área recreativa, en un proceso que ya venía gestándose desde hace meses con el respaldo del gobierno local. El acuerdo supone un avance estratégico hacia la reactivación de un enclave que muchos vecinos recuerdan como un punto de encuentro clave para el deporte, el turismo y la convivencia social.

La directora de Generación Hidráulica de Naturgy, Pilar Luque García, subrayó el compromiso de la compañía con el entorno en el que opera: “Procuramos siempre que la explotación de los recursos hidroeléctricos vaya de la mano con el bienestar de las comunidades vecinas”. En esta línea, la cesión de Portodemouros se enmarca en una estrategia de colaboración territorial que refuerza el papel de la empresa liderada por Francisco Reynés como agente activo en el desarrollo local.

El alcalde de Arzúa, Xesús Carril Ramos, celebró el resultado de un diálogo fructífero entre administración y empresa. “Desde el principio hubo voluntad de entendimiento. Hoy recogemos los frutos de meses de trabajo compartido. Este espacio vuelve a estar al servicio de la gente”, afirmó durante la firma del acuerdo.

La recuperación de Portodemouros no es un hecho aislado. En junio, el embalse acogió una prueba del XXI Circuito Galego Arzúa-Ulloa DOP de Augas Abertas, organizada por la Federación Gallega de Natación. El evento atrajo a cientos de personas y sirvió como anticipo del potencial que tiene este enclave para convertirse en un motor turístico y deportivo de la comarca. Para el ejecutivo local, este tipo de iniciativas demuestran que “la reactivación del espacio puede tener un efecto multiplicador en la economía y la cohesión social”.

El nuevo proyecto de recuperación, que parte de esta cesión, busca integrar usos recreativos, deportivos y culturales compatibles con la conservación ambiental. El Concello de Arzúa aspira a construir un modelo de desarrollo basado en la sostenibilidad y en el aprovechamiento responsable de los recursos naturales del entorno.

Durante el acto, el alcalde también lanzó un mensaje a otras administraciones: “Desde hoy mismo volveremos a pedir reuniones con la Xunta y la Diputación. Este es un proyecto de comarca, y queremos que todas las instituciones se sumen”.

Con esta cesión, el Concello de Arzúa recupera uno de sus espacios más emblemáticos y sienta las bases para convertirlo en un punto de encuentro y motor de dinamización territorial. Portodemouros se perfila así como un ejemplo de recuperación colaborativa, donde el consenso institucional y la implicación empresarial permiten reactivar espacios en desuso y devolverlos a la ciudadanía.