Konecranes presenta una innovadora generación de maquinaria pesada a través de su serie de grúas RTG diseñadas especialmente para optimizar la eficiencia en la manipulación de contenedores.

Las grúas RTG desarrolladas por Konecranes tienen como objetivo principal maximizar el espacio en los terminales de contenedores. Se pueden configurar con tramos de hasta ocho filas de contenedores de ancho más un carril de camiones, para apilar contenedores con una altura de 1 sobre 6, con capacidad de elevación bajo spreader de hasta 65 toneladas.

Estas grúas están equipadas con componentes de última generación de su núcleo de elevación, incluyendo reductores, motores y controles avanzados.

Gran adaptabilidad 

Un aspecto notable de estas RTG radica en su versatilidad en términos de fuentes de energía. Konecranes ofrece opciones diésel, híbridas o totalmente eléctricas, otorgando a los operadores la flexibilidad para elegir la tecnología que mejor se adapte a sus necesidades y consideraciones medioambientales. Además, cuentan con un sistema de control activo de carga que previene movimientos indeseados de los contenedores.

Se distinguen por su capacidad de adaptación a la automatización. Diseñada para manejar diversas formas de variabilidad, como la topografía del patio, el pórtico y los neumáticos, esta grúa podría ser una de las más adaptables del mercado en términos de automatización.

Adicionalmente, las grúas están equipadas con una variedad de funciones inteligentes que ofrecen ventajas adicionales en términos de eficiencia operativa y seguridad. Estas características avanzadas no solo incrementan la productividad, sino que también preparan a las grúas para operaciones remotas, permitiendo que los operadores controlen las tareas de manipulación de contenedores de manera segura y efectiva desde ubicaciones distantes.

El caso de Highland Spring 

Destaca el caso exitoso de Highland Spring, una empresa escocesa proveedora de agua embotellada. En su búsqueda de maquinaria ecológica y silenciosa, tomaron la decisión de establecer una instalación junto a una línea ferroviaria cercana al pueblo de Blackford. 

En este emplazamiento, hacen uso de lo que Konecranes ha catalogado como "la RTG más silenciosa del mundo", la cual permite el traslado discreto de un considerable número de contenedores diariamente, contribuyendo así a la reducción de la contaminación acústica.

Este logro se alcanzó gracias a diversos factores, entre ellos, la incorporación de un reductor de engranajes con excelentes propiedades de amortiguación y la actualización del motor, que incorpora aspas de ventilador optimizadas para disminuir el ruido y mejorar la eficiencia en su funcionamiento.