Los estibadores de la costa oeste han conseguido un aumento salarial del 32% hasta 2028 y recibirán el "bono héroes" por su trabajo en plena pandemia, según un acuerdo provisional alcanzado con la Pacific Maritime Association (PMA). De este modo, la resolución entre la International Longshore and Warehouse Union (ILWU) y la PMA, que aún debe ser ratificado por ambas partes, incluye mejoras en las prestaciones y otras disposiciones alcanzadas tras más de un año de polémicas negociaciones.

“La ILWU se complace de haber alcanzado un acuerdo provisional con la PMA. Aunque la decisión final depende de nuestros miembros, creemos que hemos empleado bien nuestro tiempo en la mesa de negociación y que el acuerdo representa el duro trabajo de nuestras bases y los sacrificios que han hecho durante la pandemia”, dijo la entidad en un comunicado. 

A pesar de que la ILWU se negara a revelar detalles, personas familiarizadas con las conversaciones dicen que el acuerdo daría a los estibadores un aumento de US$4,62 por hora en el primer año del contrato -el equivalente a un aumento salarial del 10%- más otros US$2 por hora en cada año posterior. El último contrato plurianual expiró el verano septentrional pasado, por lo que los estibadores recibirán aumentos salariales retroactivos al 1 de julio.

Los estibadores también recibirán un pago único de US$70 millones, denominado bono "héroe", según fuentes, en reconocimiento a la labor realizada para mantener la carga en movimiento durante la pandemia.  

La ILWU agregó en el comunicado que “el siguiente paso para nosotros es seguir nuestros procedimientos de ratificación. Esto comienza con un caucus contractual que reúne a los delegados de nuestros 29 locales de toda la costa oeste. Estos delegados revisarán cuidadosamente el acuerdo provisional y harán una recomendación a las bases, que votarán sobre el acuerdo provisional. Este proceso tarda varios meses en completarse”.

Un respiro para el retail 

Durante gran parte del año pasado, el retail y fabricantes estadounidenses han desviado a los puertos de la costa este y la costa del golfo algunas de sus prendas de vestir, productos electrónicos y artículos de temporada más críticos, ante el temor de interrupciones laborales y una posible huelga. Jason Seidl, analista de TD Cowen, escribió en un informe de que esperaba que el 90% de la carga que se desplazó de Los Ángeles y Long Beach regresara debido a las "ventajas competitivas naturales y de larga data" de los puertos. 

También, los grupos comerciales que representan a los mayores importadores del país acogieron con satisfacción el acuerdo provisional. Jonathan Gold, vicepresidente de la cadena de suministro de la Federación Nacional de Minoristas, declaró que las empresas no volverán a desviar la carga a la costa oeste hasta que se ratifique el acuerdo laboral.

Por MundoMaritimo