Desde el regreso al poder de Lula da Silva en Brasil, todos los procesos de privatización de puertos que se iniciaron –y no lograron completarse—durante el gobierno de Jair Bolsonaro quedaron suspendidos. Por eso, la noticia de que la privatización del Puerto de Santos, uno de los principales puertos del país, estaría avanzando causó revuelo a nivel nacional, cuando  

el ministro Márcio França, titular de la cartera de Puertos y Aeropuertos, desmintió públicamente las declaraciones del gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas (Republicano), al entender que el hecho de que el Puerto de Santos no esté en la lista de empresas estatales excluidas del PND (Programa Nacional de Privatizaciones) es una señal favorable del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) a la privatización. 

"Un gobernador electo de São Paulo debe ser siempre escuchado. Y respetado. Pero nuestro entendimiento, siguiendo al 99% del mundo portuario internacional y el resultado de las urnas, es que las autoridades portuarias deben ser públicas", dijo França en una entrevista a un medio nacional, agregando que "sin embargo, a diferencia del gobierno pasado [de Jair Bolsonaro], no tenemos prejuicios para discutir con divergentes”. 

Dirección estratégica

Para Tarcisio, el guiño está en que el Puerto no ha entrado en el decreto publicado por el Ejecutivo el viernes 7, que saca a Correos y otras empresas estatales del plan de privatizaciones de la Unión. Sin embargo, el titular de Puertos y Aeropuertos esclareció que, en el caso específico del Puerto de Santos, es posible conceder (privatizar) terminales, “pero no la autoridad portuaria, porque se considera estratégico”. 

"El Puerto es federal, (la privatización) no depende de nosotros. Pero el gobierno federal nos abrió espacio para dialogar. El Puerto no estaba en los actos en los que el gobierno sacó a algunas empresas del programa de privatización. Esta es una señal de que el Puerto de Santos está abierto al diálogo", insistió el gobernador de São Paulo durante un acto para conmemorar los 100 días de la administración de Lula da Silva. 

Privatizaciones de Bolsonaro

Durante los cuatro años de gobierno del Republicano Jair Bolsonaro en Brasil, el gobernante lideró una política a favor de la privatización de empresas estatales a través del Programa Nacional de Privatizaciones, donde empresas estatales emblemáticas de Brasil, entre ellas Correios y los principales puertos que, históricamente, habían sido administrados por el Estado por considerarse operaciones estratégicas. 

Precisamente, el Puerto de Santos fue el último en anunciar el proceso de privatización en septiembre de 2022, pero todo se detuvo con la llegada de Lula al poder. Las condiciones de la concesión del Puerto de Santos incluían un plazo inicial de 35 años con una prórroga por otros 5 años, una inversión mínima de 3.015 millones de reales y comprometerse a realizar obras para dragar las áreas marítimas de la terminal, así como la ampliación y modernización de los accesos terrestres.