Los armadores están entrando al mercado del transporte de vehículos con la compra de naves car carrier, debido a un fuerte aumento en la demanda de automóviles que está viviendo una importante recuperación, con alzas en los principales mercados. Compañías como GM y Toyota han registrado un crecimiento interanual de dos dígitos durante los primeros tres meses de 2023, según información reportada por TI Insights.

El mercado reacciona 

Durante años, el mercado se caracterizó por las operaciones especializadas de navieras como NYK y WWL, pero ahora las navieras han identificado una oportunidad en el crecimiento del mercado automotriz, manifestando un repentino interés por adquirir car carriers y operarlos. Por ejemplo, COSCO, la naviera estatal china de contenedores ha creado su propia división de car carriers y ha encargado 24 nuevos "Pure Car and Truck Carriers".

Además, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos SAIC y BYD han empezado a planificar sus propias flotas. Las acciones de este último parecen ser un intento de introducir cierto grado de integración vertical en la cadena de suministro de vehículos eléctricos. También se rumorea, según informaciones de prensa internacional, que la francesa CMA-CGM estaría interesada en entrar en el mercado de alguna manera, mientras que las navieras de transporte de automóviles establecidas, como HMM, siguen encargando nuevos buques.

Demanda terrestre y electromovilidad

La escasez de semiconductores y la consecuente disminución de la producción han llevado al sector a una crisis, con un número insuficiente de vehículos para garantizar su utilización rentable. Sin embargo, las perspectivas parecen estar mejorando y se espera una recuperación en el futuro cercano.

El aumento de las ventas en grandes mercados como Estados Unidos está provocando un incremento de las exportaciones de economías como Corea del Sur y Japón lo que requiere más capacidad de transporte. 

La novedad más notable ha sido un repentino flujo de vehículos eléctricos (VE) exportados desde China a los mercados occidentales. Este hecho es muy significativo debido a que, hasta hace unos años, China era mayormente un consumidor de vehículos de pasajeros con pocas exportaciones a los mercados desarrollados. Sin embargo, en la actualidad, la Agencia de Aduanas de China estima que el país exportó 500.000 vehículos eléctricos en el 2021 y esta cifra se duplica aproximadamente cada año. Como resultado, parece que la cantidad de naves disponibles actualmente es insuficiente para satisfacer la creciente demanda.