Hapag-Lloyd anunció que concluyó los primeros nueve meses de 2022 con un EBITDA de US$16.600 millones (15.600 millones de euros) y un EBIT de US$15.100 millones (14.200 millones de euros). Al mismo tiempo,  los beneficios ascendieron a US$14.700 millones (13.800 millones de euros).

"Gracias al incremento de los fletes, hemos logrado un resultado excepcionalmente fuerte en los nueve meses. Sin embargo, también vemos que el entorno del mercado se ha deteriorado aún más en el tercer trimestre. Esto es evidente, por ejemplo, en la caída de las tarifas spot y el aumento de los costos unitarios relacionados con la inflación", dijo Rolf Habben Jansen, CEO de Hapag-Lloyd AG.

Los primeros nueve meses estuvieron marcados de forma significativa por las interrupciones en las cadenas de suministro globales, que dieron lugar a tiempos de entrega más largos para los buques y los contenedores. Al final del tercer trimestre, hubo una menor demanda de transporte de contenedores y, en consecuencia, una ligera disminución de la escasez de capacidades de transporte disponibles.

Los volúmenes de transporte se situaron al mismo nivel que el año anterior, con 8.987 TTEU (nueve meses 2021: 8.980 TTEU). Los ingresos aumentaron a US$28.400 millones (26.700 millones de euros). Esto puede atribuirse principalmente a un aumento significativo de la tarifa media de flete, hasta US$2.938/ TEU (nueve meses 2021: US$1.818/TEU), y a un dólar estadounidense más fuerte.

Los gastos de transporte ascendieron a US$10.800 millones (10.100 millones de euros). Esto se debió en parte a un precio de consumo de búnker significativamente más alto, de US$755/tonelada (nueve meses 2021: US$452/tonelada), y a mayores gastos de movilización de contenedores.

En general, los buenos resultados del negocio en los nueve primeros meses estuvieron en línea con las previsiones ajustadas el 28 de julio de 2022. Esto también se aplica al transcurso del cuarto trimestre hasta la fecha. Así, para el ejercicio 2022, se sigue esperando un EBITDA en el rango de 19.500 a 21.500 millones de dólares (18.200 a 20.100 millones de euros) y un EBIT en el rango de 17.500 a 19.500 millones de dólares (16.300 a 18.200 millones de euros). Sin embargo, esta previsión sigue estando sujeta a una considerable incertidumbre debido a la guerra de Rusia contra Ucrania, a las interrupciones de la cadena de suministro que aún no se han resuelto del todo y a los efectos de la pandemia Covid-19.

"En los próximos meses, la tensa situación de las cadenas de suministro mundiales debería seguir normalizándose. Al mismo tiempo, nuestro sólido balance nos ayudará a mantener el rumbo incluso en aguas difíciles. Nos ceñiremos a nuestra agenda estratégica, al tiempo que invertiremos más en calidad y crecimiento, así como en una mayor descarbonización de nuestra flota. Un objetivo muy importante es la inversión en infraestructuras, que estamos utilizando para seguir ampliando nuestra lista de terminales", añadió Habben Jansen.

En el impulso de su Estrategia 2023, Hapag-Lloyd ha ampliado continuamente su participación en el sector de terminales, más recientemente a través de acuerdos de adquisición de participaciones en el negocio de terminales de la empresa chilena SM SAAM y el Grupo Spinelli con sede en Italia. Además, Hapag-Lloyd tiene participaciones en JadeWeserPort en Wilhelmshaven, la Terminal de Contenedores Altenwerder en Hamburgo, la Terminal TC3 en Tánger, y la Terminal 2 en Damietta, que está actualmente en construcción.