La pandemia por el Covid-19 ha causado daños en la industria de los cruceros debido a los cierres en el sector, lo que ha generado una postura defensiva que incluye el desguace de buques, retraso en las entregas, aumentos de capital, entre otros. Carnival Corporation registró pérdidas de US$2.200 millones durante el penúltimo trimestre de 2020, mientras que Royal Caribbean tuvo pérdidas superiores a los US$1.300 millones durante el mismo período, según informó Marine Link.

Respecto al gasto de efectivo, Carnival indicó que la tasa media de consumo de efectivo mensual para el cuarto trimestre de 2020 fue de US$500 millones, y se estima que para el primer trimestre de 2021 se alcance los US$600 millones por mes. Sin embargo, un informe de fines de 2020 estimó que la empresa tenía 17 meses de margen.

Los analistas C. Patrick Scholes y Gregory J. Miller, indicaron que "Los inversores en este momento, a pesar de las continuas malas noticias sobre los retrasos en la navegación, los recortes de las estimaciones de consenso y las ofertas de acciones y deuda dilutivas que perjudican la capacidad de impulsar las ganancias a largo plazo, están mirando más allá de estos aspectos negativos y adoptando la visión (en muy largo plazo) sobre la eventual recuperación impulsada por las vacunas".

Certificaciones

Con la pandemia, los armadores han tenido que aplicar una serie de nuevos protocolos. En marzo de 2020, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por su sigla en inglés) realizó esfuerzos infructuosos para evitar el cierre del negocio. Luego, grandes líneas como Royal Caribbean y Norwegian Cruise Line Holdings se unieron para reunir un equipo de expertos médicos para examinar el aspecto de los ecosistemas de los cruceros y dar recomendaciones más efectivas y sólidas para que la experiencia de viaje en los cruceros fuese segura y saludable.

Se generó una iniciativa de certificación Cruise-Safe, empresa conjunta de la clasificadora DNV GL y la Junta de Turismo de Singapur. Esta "proporcionará la garantía de un alto nivel de salud y sanidad, asegurando que existen protocolos de higiene y seguridad estrictos y mejorados en todos los puntos de contacto durante el viaje de un buque. El marco se basa en el programa de Certificación en Infección - Marítima (CIP-M) de DNV GL e incorpora las normas mundiales de salud y seguridad, así como las medidas nacionales de gestión segura y las directrices de certificación", según indicó DNV GL.

La certificación CIP-M proporcionaría un marco de ayuda para las empresas marítimas, con el fin de mejorar su gestión del riesgo de infección y demostrar que existen procedimientos para la prevención, control y mitigación de la infección. Así, se convirtió en obligación que las líneas de cruceros tuviesen la certificación antes de reanudar sus operaciones. Dream Cruises implementó el CruiseSafe y vio al "World Dream" zarpar a Singapur con 50% de su capacidad.

Además, Costa se convirtió en la primera línea de cruceros en obtener la certificación de confianza en bioseguridad del Registro Italiano Navale (RINA), el que examinó los aspectos de vida a bordo y en tierra, evaluando los procedimientos destinados a la prevención y el control de infecciones.

"La certificación Biosafety Trust se basa en el enfoque sistemático de los sistemas de gestión de la Organización Internacional de Normalización, combinado con las mejores prácticas científicas contra la propagación de infecciones", explica RINA.  Costa y AIDA estaban preparadas para reanudar los cruceros en marzo de 2021. MSC Cruceros iba a reanudar las salidas al Mediterráneo de sus buques "MSC Grandiosa" y "MSC Magnifico".

Inversión y tecnología

Las flotas de cruceros han tenido que hacer inversiones de capital, incluyendo el rediseño y la mejora de las instalaciones médicas y zonas de aislamiento a bordo. Los sistemas de ventilación se adaptaron para ingresar aire desde el exterior. En áreas interiores se utiliza aire recirculado con filtros para captar partículas más pequeñas.

Joep Bollerman, de Class LR, declaró a Maritime Reporter que "la formación y familiarización de la tripulación es un paso importante una vez que se han finalizado los protocolos, y el mantenimiento de los equipos añadidos o modificados debe incluirse en las soluciones de mantenimiento planificado existentes para garantizar la fiabilidad de los equipos".

La tecnología digital también juega un papel importante. Ocean Medallion, de Carnival, fue diseñado para mejorar la experiencia de los pasajeros y proporcionar herramientas de localización y seguimiento de los contratos. Royal Caribbean, por su parte, presentó a fines del año pasado su Tracelet, pulsera que permite el rastreo para una mejor gestión del distanciamiento social a bordo. Esta tecnología fue aplicada en el "Quantum of the Seas".

Los puertos que reciben a los cruceros también han debido adaptarse, ampliando interfaces sin contacto, reforzando protocolos de limpieza e incorporando el distanciamiento social en sus procedimientos. Port Everglades, en Florida, a digitalización ha aportado un grado de fluidez a la transición de la terminal al buque, según el puerto: "Seguimos construyendo un nuevo atracadero de última generación durante la pandemia para que esté listo cuando se reanude la navegación. El Garaje Heron dará servicio a las Terminales 2 y 4 en la zona norte del Puerto. En la terminal 2 se encuentra el prototipo Ocean Medallion de Princess Cruises [dispositivo gratis, que se puede llevar cómodamente y facilita a los pasajeros extraordinarias experiencias para hacer los cruceros mucho más personales y simples que antes. El Medallion contiene su identidad única digital y comunica con cientos de sensores a bordo y en puerto]".