os porque tenemos intereses en común, pero también entendemos que debe haber una diferenciación hacia la bandera uruguaya. Hoy, en el puerto de Montevideo, tiene el mismo tratamiento que cualquier buque fluvial de otra nacionalidad, entonces, “¿hasta qué punto tiene sentido pertenecer a la bandera nacional?”.

Reglamento de atraques

El representante de Naviport admitió que su empresa trabaja en conjunto con las autoridades de la estatal Administración Nacional de Puertos (ANP), con quien “tenemos una excelente relación, pero entendemos que es un tema complejo. Hemos planteado que la ventaja que deben tener los buques de bandera uruguaya con la prelación en el atraque es fundamental y eso tiene que hacerse valer”. ¿Cómo?, “quizás redactando un reglamento de atraques”, sugirió.

“Las dificultades operativas afectan mucho más a un buque fluvial que a uno oceánico, porque los costos operativos de aquél, por unidad de carga, son mayores. En nuestro caso, cada hora perdida, en alguna de las instancias de navegación o en los puertos, se refleja de modo inequívoco en toda la operativa”, sentenció Larzábal.

“Un puerto no puede ser concebido sólo para los buques portacontenedores, graneleros, oceánicos o fluviales y tiene que abarcar con la misma eficiencia a todos. Hay veces que el buque fluvial pasa a tener menor consideración porque (en el caso de los buques interoceánicos) se está ante la presencia de megatransportista’ internacionales”, señaló el director de Naviport, Juan José Mazzeo.

Larzábal insistió con el concepto de competitividad de la bandera uruguaya aunque, en este caso, respecto a otras, como la argentina. “Estamos viendo en el caso del puerto de Buenos Aires que está modificando medidas de orden aduanero y administrativo que hacen que sea más atractivo ese puerto para la carga paraguaya. Pero Argentina también está mejorando y promocionando su marina mercante lo que nos genera un desafío. ¿Cuán competitiva es la bandera uruguaya respecto a la argentina o la paraguaya?, interrogó.